martes, 27 de noviembre de 2007

El próximo en caer



Está claro que bebo los vientos por Carlos Gimenez, y me entero de que está (no se si ya existe el primer volumen) escribiendo "36-39. Malos tiempos".

Imaginaos de que puede tratar, si no es de la guerra civil española. Y me interesa sobre manera, porque este hombre no cuenta las cosas escondiendo la mano, y cito:

"Yo no soy historiador. Ni tengo los datos ni me interesan las fechas o las batallas. Sólo he querido contar lo que es la puta guerra. El hambre, el miedo, las bombas, todo lo que traen las guerras. Lo cuento desde la perspectiva del que la sufre, del que tiene hijos y no sabe si les va a poder dar de comer, o incluso si mañana estarán vivos. Por eso voy adelante y atrás en el tiempo, para que los datos dejen de tener importancia y sólo lo tengan las personas"

Un amigo me comentó una vez, que en la guerra murieron personas de ambos bandos, y yo le dije que es cierto, pero que no se podía comparar.

Vuelvo a citar:

"No voy a ocultar la parte de lo que han hecho mis familiares, mis amigos, por muy horrible que fuera. Es posible que eso haga que a mucha gente no le guste el álbum, que esperaba que sólo contara lo que hicieron los nacionales, pero yo trato de contar lo que me han contado y si, a estas alturas, intentara esconder lo que no me gusta, inutilizaría toda mi obra anterior. Toda la credibilidad que pueda tener se hundiría", asegura.

Eso no quiere decir que el autor sea neutral. "Los asesinatos y los crímenes que cometieron los republicanos no son comparables, ni en cantidad y calidad, con los de los nacionales. Y sobre todo, porque en el bando republicano los asesinatos eran por gente incontrolada, mientras que en el otro bando eran el resultado de un proceso de destrucción sistemática del enemigo".

Es el relato de cómo el miedo al otro comienza a calar en el hombre hasta deshumanizarlo completamente y convertirlo en un asesino. Un testimonio que se atreve, sin partidismos, a denunciar las barbaridades que los dos bandos hicieron: "Una vez empieza la guerra, el miedo nos convierte a todos en asesinos", dice Giménez, "pero sin olvidar quiénes fueron los causantes". En una de las historias de este álbum no puede evitar tomar voz a través de uno de los personajes y lanzar un durísimo alegato contra las guerras. "No hay guerras buenas, nadie tiene la razón ni los motivos para empezarlas. Si pensamos en todas las guerras, las anteriores y las de ahora, nadie tiene derecho a comenzarlas. Una guerra sólo tiene sentido para el que la piensa, no es buena para nadie. El único beneficiario de una guerra es el hijo de la grandísima puta que la empezó".

Así que no puedo esperar para tener el primer volumen en mis manos ...

Leído en : EL PAÍS

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